viernes, 10 de diciembre de 2010

Gabriel Zaíd en Letras Libres

PROCRASTINAR

POR GABRIEL ZAID

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Gabriel Zaid ha ido nutriendo, a lo largo de su obra, un diccionario personal en el que las palabras encuentran insospechadas resonancias y la etimología funciona como una herramienta inigualable para comprender nuestra idiosincrasia. Este ensayo, por ejemplo, desentraña la historia de la palabra “procrastinar”.

En inglés se usa mucho la palabra procrastinate: dejar para mañana. Se traduce a veces por aplazar, diferir, posponer, postergar o relegar, que no dan la idea de hábito. Por otra parte, posponer, postergar y relegar implican, en primer lugar, ‘dar menos importancia’ (a una de las personas o cuestiones que esperan, por ejemplo); y secundariamente ‘dejar para después’. Aplazar y diferir significan ‘dejar para otra fecha (definida o no)’, pero no necesariamente como un hábito personal. A la persona que lo tiene, se le llama en inglés procrastinator, y a su inacciónprocrastination.

Las tres palabras derivan del latín procrastinare, procrastinator y procrastinatio con los mismos significados. Están formadas a partir del prefijo pro ‘hacia’ y el adverbiocras ‘mañana’; no ‘la mañana’, sino ‘el mañana’, y en particular ‘el día siguiente a hoy’. El anuncio jocoso que todavía se ve en algunas tienditas: “Hoy no fío, mañana sí” viene del Imperio romano: “Crascredo, hodie nihil”, o sea “Mañana fío, hoy nada”.

Los romanos eran muy ejecutivos, y se burlaban de los indecisos. Hay una sátira de Marcial (siglo I) sobre un personaje al que intencionadamente llama Póstumo (nombre que sí existía), como diciéndole: No tendrás vida póstuma (fama) si dejas todo para mañana (Epigramas V, 58):

Cras te victurum, cras dicis, Postume, Semper.

Dic mihi, cras istud, Postume, quando venit?

Mañana tú vivirás, mañana, dices, Póstumo, siempre.

Dime, el mañana ese, Póstumo, ¿cuándo viene?

En el siglo III, en Capadocia, un comandante romano se sintió atraído por la fe cristiana y (diabólicamente, según la leyenda piadosa) era desviado de la conversión por un cuervo que graznaba cras cras, que es la voz del cuervo (de donde viene crascitar), como si le dijera: “Déjalo para mañana”. Pero el centurión, muy ejecutivamente, aplastó al cuervo respondiéndole: hodie hodie (hoy hoy). Se convirtió al cristianismo, fue martirizado y se venera el 19 de abril como San Expedito.

Es de suponerse que el nombre es un apodo, porque el cuervo aparece frecuentemente en su iconografía, como puede verse en Google Imágenes. Se volvió popular desde el siglo XVIII como intercesor de las causas urgentes, y tiene fama de hacer milagros rápidos. Hay páginas de la Wikipedia sobre él en siete idiomas, así como numerosos portales y blogues donde se narran sus milagros.

Los tribunales de México, que tanto hablan de “justicia pronta y expedita”, deberían adoptarlo como santo patrón, para que les haga el milagro. Por cierto que, cerca de la Suprema Corte, en la esquina de 20 de Noviembre y Venustiano Carranza de la ciudad de México, hay un templo del siglo XVIII (San Bernardo) con un altar dedicado a San Expedito. El 19 de cada mes a las 12 los padres agustinos reciben a los devotos que van a agradecer los milagros recibidos.

En el siglo IV, San Agustín se burló de sí mismo por no ser expedito ante el llamado a la conversión (Confesiones, VII, 12 y 17): No tenía nada que responderte, Señor, sino “mañana y mañana” (cras et cras)... “Dame, Señor, castidad, pero todavía no”.

La palabra cras pasó al español con el mismo significado. Gonzalo Correas (Vocabulario de refranes y frases proverbiales, 1627) recoge el refrán medieval “A lo que has de hacer no digas cras, pon la mano y haz” (número 1329), equivalente a “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”. También recoge “Cras crastinando, dijo el cuervo; y no sé cuándo se tornará blanco”, explicando que se dice “Contra los que dilatan lo que hay que hacer” (número 1113). Obsérvese, de paso, la palabra dilatar usada para el tiempo, como es común en México, aunque algunos suponen que el uso es incorrecto, y debe limitarse a lo que se dilata espacialmente.

En la Biblioteca Virtual Cervantes (www.cervantesvirtual.com) se puede documentar un centenar de usos de la palabra cras en muchos libros, por ejemplo: en el Libro de buen amor (año 1330) de Juan Ruiz, Arcipreste de Hita (estrofa 1256), donde dice que las monjas “traen a muchos locos”, pero

que amaban falsamente a cuantos las amaban.

Son parientas del cuervo, de cras en cras andaban,

tarde cumplen o nunca

Y en el Corvacho (1466) del Arcipreste de Talavera, hay un refrán contra los indecisos como San Agustín: “De cras en cras, vase el triste a Satanás”. Curiosamente, esta novela picaresca, misógina y sermoneadora no trata de cuervos. Recibió ese título, que no le dio el autor, por cierto parecido con elCorbaccio (el cuervo) de Boccaccio.

Los cuervos tienen su leyenda negra, en primer lugar, por su negrísimo color (Ramón Gómez de la Serna dijo memorablemente que “Los cuervos se tiñen”); un color que los pinta como aves de mal agüero. Porque, además, devoran todo, incluso la carroña. Y porque son inteligentes, innovadores y oportunistas hasta parecer diabólicos. Son capaces de improvisar: valerse de una ramita en el pico para sacar algo de un tubo (véase en YouTube, intelligent crow). Hay quienes dicen que los córvidos igualan en inteligencia a los primates superiores. Tienen fama de ladrones, porque se llevan muchas cosas a sus nidos, especialmente vidrios y objetos brillantes (como la cuchara de plata en La urraca ladrona de Rossini). Tienen fama de sacar los ojos, especialmente de los muertos, quizá atraídos porque son vidriosos. Tienen fama de gárrulos, y su mímica vocal es sorprendente: pueden imitar las voces de otros pájaros, el ruido de los árboles o cascadas, la voz humana, silbatos y otros ruidos. Pueden escucharse en YouTube (cuervo, urraca, raven, crow, magpie, corbeau, corvo, Rabe), aunque mezclados con videos sobre otras cosas; algunos de interés, como algunas notables declamaciones del poema “The raven” de Edgar Allan Poe, con el estribillo “Nevermore”.

Del cuervo dice Sebastián de Covarrubias (Tesoro de la lengua castellana o española, 1611): “Compararon los egipcios, en sus jeroglíficos, los aduladores a los cuervos; y dijeron ser más perjudiciales aun que ellos, porque el cuervo saca los ojos corporales al hombre muerto que halla en la horca, y el lisonjero adulador saca los ojos del alma y del entendimiento al hombre vivo que está en el trono [...] privándole de aquello que tanto le importaba para el gobierno de su persona y de los suyos.” Y también: “Cuenta Plinio la industria y agudeza de un cuervo que, estando cierta urna medio llena de agua pluvial, y no pudiendo alcanzar a beber de ella, le fue echando muchas pedrezuelas hasta que vino a subir el agua a lo alto, y satisfizo su sed (Historia natural, libro 10, capítulo 43).”

El Diccionario de los símbolos de Jean Chevalier y Alain Gheerbrant recoge elementos de la leyenda negra en diversas culturas, pero también de la leyenda blanca: el cuervo como presencia del más allá, como mensajero de Dios y como símbolo de la sabiduría, la gratitud y la generosidad (llevar pan en el pico a los ermitaños y prisioneros). También dice que su crascitar ha sido escuchado como esperanzador en latín (cras cras: mañana mañana) y como arrullo infantil en japonés (kaa kaa: kawaii kawaii: querido querido).

Me escribe Aurelio Asiain (28 de octubre 2010): La palabra kawaii se usa todo el tiempo; es más de mujeres que de hombres y significa ‘adorable’, ‘bonito’. Nunca la he escuchado como ‘querido’. Los cuervos tuvieron una consideración muy alta entre los poetas japoneses antiguos y los místicos del Zen, pero hoy son vistos como una plaga en las ciudades. Su nombre es karasu, que suena a karás, y su crascitar se escucha como kaa kaa (que me parece más exacto que kras kras). Se atribuye a los cuervos, no a los gallos, el anuncio del alba; y su graznido matutino tiene un nombre especial: akegarasu. Una famosa antología de haiku recibió este nombre, como llamando a los poetas extraviados a la senda de Basho.

Al parecer, también los checos escuchan el crascitar sin ere. La grajilla, un córvido pequeño parecido a la urraca, se llama en checo kavka, de donde viene el apellido Kafka (me escribe Ramón Cota Meza, 11 de noviembre 2010).

Lope de Vega (Rimas humanas y divinas, 1624) le dio otro giro a la sátira de Marcial. Se burla de su propia esperanza en conseguir el amor de una Juana que lo maltrata.

cánsase el poeta de la dilación

de su esperanza

¡Tanto mañana, y nunca ser mañana!

Amor se ha vuelto cuervo, o se me antoja.

¿En qué región el sol su carro aloja

de esta imposible aurora tramontana?

Sígueme inútil la esperanza vana,

como nave zorrera o mula coja,

porque no me tratara Barbarroja

de la manera que me tratas, Juana.

Juntos Amor y yo buscando vamos

ese mañana. ¡Oh dulces desvaríos!

Siempre mañana, y nunca mañanamos.

Pues si vencer no puedo tus desvíos,

sáquente cuervos de estos verdes ramos

los ojos. Pero no, ¡que son los míos!

Aunque Lope se burlaba de los rebuscados juegos gongorinos, juega aquí con tres conceptos: el mañana que nunca llega; la mañana del madrugar (el mañanar, que parece invento suyo, y recuerda los mexicanismos desmañanarse, desmañanada) y el cuervo transformado en mujer que despierta el deseo, da esperanzas, las frustra y merece que le saquen los ojos. En algunas transcripciones, el décimo verso empieza “esta mañana”, que es absurdo; en otras, “este mañana”, que sí concuerda en género (se trata del mañana, no de la mañana). Para que esté más claro, preferí “ese mañana”, que lo pone en un futuro menos inmediato. Habría que ver el original.

Hay una continuación de ese “mañana” de Lope en el son de “La negra”:

Negrita de mis pesares,

hoja de papel volando,

a todos diles que sí,

pero no les digas cuándo.

Así me dijiste a mí,

por eso vivo penando.

La “hoja de papel volando” (que supongo) es una imagen del destino azaroso (“cual hoja al viento” dice la “Canción mixteca” de José López Alavés, 1912). Que los mariachis canten: “ojos de papel volando” no puede ser más que tradición defectuosa. Según parece, el son fue compuesto en 1926 en Tepic, por los hermanos Fidencio Lomelí Gutiérrez (letra) y Alberto (música), que no se tomaron el trabajo de escribirlo ni registrarlo. Se refiere a una novia del primero, que no se llamaba Juana (como la musa de Lope), sino Albina Luna; y no era negra, aunque así le dijeran por cariño, contradictoriamente con su nombre y apellido. ¿Habrá grabaciones de los hermanos Lomelí para verificar la letra original?

El Diccionario de la Real Academia Española registra cras desde la primera edición (1729): “adverbio de tiempo. Lo mismo que mañana. Es voz anticuada y puramente latina: cras”. En cambio, procrastinar entró tentativamente alDiccionario manual de 1989 y finalmente en el drae 21, 1992. Esto refleja la realidad: cras dejó de usarse y procrastinar está empezando a circular, todavía con temor. En las bases de datos de la Real Academia (7 de octubre 2010), hay un solo registro de procrastinar en 2003 (base crea) y ninguno en la base histórica (corde), donde hay 476 de cras, sobre todo del siglo XIII, y uno para crastinar de 1555, que no es el crastinando del refrán recogido por Correas.

Este verbo inusual (precursor de procrastinar) viene de procastinare y parece el primer intento de castellanizarlo, porque no hubo en latín un verbo crastinare.Según Ernout y Meillet (Dictionnaire étymologique de la langue latine), del adjetivocrastinus se pasó directamente al verbo procastinare.

Pero la definición de la Academia está mal: “Diferir, aplazar”. Peor aún, dice queprocrastinar es un verbo transitivo, lo cual es válido para diferir y aplazar (la acción recae en lo que se difiere o aplaza: un viaje, por ejemplo); no para el uso actual deprocrastinate en inglés, origen del neologismo en español. No hay que recomendar el uso transitivo (“Procrastinaron la reunión para el próximo lunes”), porque no hace falta, teniendo aplazar y diferir; sino el intransitivo (“Haces mal en procrastinar”), porque sí hace falta: no hay otra palabra para decirlo.

Procrastinar es un hábito, y no solo de perezosos o dejados. Procrastinan también los hiperactivos que evitan las decisiones importantes refugiándose en despachar nimiedades.

Según el Oxford English Dictionary, el registro más antiguo de procrastination es de 1548. Del mismo año, hay un registro de procrastine como verbo transitivo que no prosperó. Desde 1588, hay registros de procrastinate como verbo transitivo que sustituyó al anterior. Pero señala que el uso transitivo se volvió raro y desde 1638 apareció el intransitivo, que predomina hoy.

En Google (9 de noviembre 2010) hay millones de páginas que contienenprocrastination (2.4), procrastinate (1.1) o procrastinator (0.6), y muy pocas que contengan las palabras correspondientes en español, francés, italiano y portugués. Al parecer, hay en inglés una obsesión moral y ejecutiva que necesita vituperar o sacudirse este mal hábito. En Amazon hay en venta un centenar de libros cuyo título incluye la palabra procrastination. En Google hay cuestionarios para medir hasta qué punto uno ha caído (procrastination test).

Francis Bacon (Essays or counsels, civil and moral, 1597), en un ensayo titulado precisamente “Of dispatch” (traducido al latín como “De expediendis negotiis”) dice que los españoles son muy poco expeditos, y hasta inventa (o recuerda mal) una burla: “Mi venga la muerte de Spagna” (sic), porque tardará en llegar. Hay el mismo prejuicio en los Estados Unidos contra los mexicanos, diciendo burlonamente en español: “Mañana, mañana”...

En todo caso, la obsesión ejecutiva que hizo prosperar la palabra procrastinate y produjo infinitos libros de superación personal llegó en el siglo XX a la lengua española, con el paradójico resultado de recuperar una palabra latina por medio del inglés. Es perfectamente legítimo decir procrastinar, procrastinación yprocrastinador, y no hay por qué sustituir estas palabras con otras menos exactas. ~

jueves, 13 de mayo de 2010

(10+2) * 5 Hack de procrastinación


Después de probar varias aplicaciones para smartphones (como Get things done)aparentemente encontré una que sirve. Se llama Procrastination Hack (10+2) *5. La aplicación, sin embargo, es enteramente prescindible. Lo importante es el método que pone en práctica y que cualquiera puede realizar con un cronómetro.

Parafraseo a un bloggero que reseñó el método: si nuestras mentes son tan débiles como para rendirse ante cualquier tontería cuando intentamos hacer algo, también las podemos manipular fácilmente para trabajar. De eso se trata la técnica que voy a describir a continuación:

Trabajar 10 minutos, descansar 2 minutos. <-- repetir 5 veces.

Hay que hacer algunas precisiones:

a) El trabajo es completamente riguroso. No se puede revisar el correo electrónico, ir por agua, etc. Lo único que se puede hacer es trabajar en una sola tarea.

b) Al principio los descansos también son rigurosos. A mí me gusta utilizarlos para escribir algo en twitter, buscar canciones para escuchar en el siguiente lapso de trabajo, etc.

c) Dicen los creadores que además de funcionar instantáneamente, conforme más se usa el método el usuario se entrena mejor para trabajar, se supone que la mejoría máxima se alcanza en 21 días.

d) El método se puede aplicar manualmente, pero hay una app en el iPhone por 10 pesos. Trae el (10+2) *5 preinstalado de modo que con un solo click inicia la rutina, los periodos de trabajo se marcan con un silbato y los de descanso con chillidos de alegría (como niños saliendo al recreo).

e) El tiempo de descanso hace que uno se presione para terminar. Por ejemplo, uno ve que quedan 4 minutos de trabajo y eso crea una necesidad de apresurarse para no dejar una idea a la mitad (en el caso de que el trabajo sea escribir algo).

¿Mis impresiones? El método resultó ser un éxito total, realmente vale la pena intentarlo. Los últimos dos periodos de trabajo me parecieron cansados, el último fue de hecho agotador, pero los primeros tres podría decir incluso que los disfruté.

Por supuesto, desde ahora veo que tendrá algunas desventajas. La más evidente es que dentro de las sesiones uno trabaja 50 minutos garantizados, pero uno podría procrastinar las sesiones. Sin embargo, puesto que los 2 minutos de descanso hacen que no sea tan desagradable esta hora de trabajo; y por ello que haya una tendencia menor a procrastinarla. Además, aunque resultara aberrante la idea de sumergirse en un (10+2)*5 basta con un segundo de valor para presionar el botón de inicio (el mismo principio me funciona con los programas pre hechos para quemar grasa en las corredoras del gimnasio, me resulta mucho menos costoso que hacerlo en el modo manual).

El segundo problema, es que todavía existe la posibilidad de caer en lo que llamaré "procrastinación diligente" o intra-procrastinación (¿qué nombre les gusta más?). Esto consiste en hacer cosas aparentemente útiles o necesarias para el trabajo en cuestión, pero que al final terminan por distraernos. Por ahora no se me ocurre otra solución que tener presente este riesgo para evitar caer en ello.

Me gustaría que probaran este método para saber sus comentarios.

martes, 16 de marzo de 2010

Working like a dog.

Debido a que las grabaciones de los Beatles están sobredocumentadas y que la armonía de algunas canciones ha sido sujeta a análisis innecesariamente profusos, recientemente descubrí que es un peligro muy grave para cualquier procrastinador (no es necesario que le gusten los Beatles).

Primero, uno pone cualquier disco de los Beatles hasta que algo le llama la atención. Cualquier canción relativamente famosa de los Beatles puede terminar en horas de investigación. La información va desde los datos de siempre hasta la trivia más absurda. Una simple visita a Wikipedia puede ilustrar qué guitarra usó George Harrison, quién se la regaló, de qué canción de Bob Dylan tomó John Lennon una innovación estilística en la letra, qué hizo George Martin para que el piano sonara así. A partir de eso, uno puede empezar a profundizar sobre instrumentos, innovaciones técnicas de grabación, o elementos biográaficos de los Beatles.

El ejemplo más dramático, es el acorde de inicio de A Hard Day's Night. Doy por hecho que todos lo recuerdan, pero por si acaso aquí está:

(Por cierto que la letra va contra los principios fundamentales de la procrastinación, pues su esencia consiste en no seprar el trabajo y el descanso) En Wikipedia se pueden encontrar los siguientes datos de tan sólo dosegundos:

"A Hard Day's Night" is immediately identifiable before the vocals even begin, thanks to George Harrison's unmistakable Rickenbacker 360/12 12-string guitar's "mighty opening chord".[13][10] having what Ian MacDonald calls "a significance in Beatles lore matched only by the concluding E major of "A Day in the Life", the two opening and closing the group's middle period of peak creativity".[14] "That sound you just associate with those early 1960s Beatles records".[15] According to George Martin, "We knew it would open both the film and the soundtrack LP, so we wanted a particularly strong and effective beginning. The strident guitar chord was the perfect launch"

Analysis of the chord has been the subject of considerable debate,[16] with it being described as G7add9sus4,[17] G7sus4,[18][19] or G11sus4[13] and others below.

The exact chord is an Fadd9 confirmed by Harrison during an online chat on 15 February 2001:[20]

Q: Mr Harrison, what is the opening chord you used for "A Hard Day's Night"?
A: It is F with a G on top, but you'll have to ask Paul about the bass note to get the proper story.

According to Walter Everett, the opening chord has an introductory dominant function because McCartney plays D in the bass; Harrison and Martin play F A C G in twelve string guitar and piano, over the bass D, giving the chord a mixture-coloured neighbor, F; two diatonic neighbors, A and C; plus an anticipation of the tonic, G — the major subtonic as played on guitar being a borrowed chord commonly used by the Beatles, first in "P.S. I Love You" (see mode mixture), and later in "Every Little Thing", "Tomorrow Never Knows" and "Got to Get You into My Life" (in the latter two against a tonic pedal).[21]

In contrast, Alan W. Pollack interprets the chord as a surrogate dominant (surrogate V, the dominant preparing or leading to the tonic chord), in G major the dominant being D, with the G being an anticipation that resolves in the G major chord that opens the verse. He also suggests it is a mixture of d minor, F major, and G major (missing the B).[22] Tony Bacon calls it a Dm7sus4 (D F G A C), which is the dominant seventh (plus the fourth, G).[23] (For more information regarding chord functions see diatonic function.)

Everett points out that the chord relates to the Beatles' interest in pandiatonic harmony.[24]

Dominic Pedler has also provided an interpretation of the famous chord,[25] with the Beatles and George Martin playing the following:

  • George Harrison: Fadd9 in 1st position on Rickenbacker 360/12 12-string electric guitar
  • John Lennon: Fadd9 in 1st position on a Gibson J-160E 6-string acoustic guitar
  • Paul McCartney: high D played on the D-string, 12th fret on Hofner 500/1 electric bass
  • George Martin: D2-G2-D3 played on a Steinway Grand Piano
  • Ringo Starr: Subtle snare drum and ride cymbal

This gives the notes: G-B-D-F-A-C (the B is a harmonic). One of the interesting things about this chord (as described by Pedler) is how McCartney's high bass note reverberates inside the soundbox of Lennon's acoustic guitar and begins to be picked up on Lennon's microphone or pickup during the sounding of the chord. This gives the chord its special "wavy" and unstable quality. Pedler describes the effect as a "virtual pull-off".[20]

Jason Brown, Professor for the Faculty of Computer Science at Dalhousie University in Halifax, Nova Scotia, Canada, whose research interests include graph theory, combinatorics, and combinatorial algorithms, announced in October 2004 that after six months of research he succeeded in analyzing the opening chord by de-composing the sound into original frequencies using a mathematical technique known as the Fourier transform.[26] According to Brown, the Rickenbacker guitar wasn't the only instrument used. "It wasn't just George Harrison playing it and it wasn't just the Beatles playing on it... There was a piano in the mix." Specifically, he claims that Harrison was playing the following notes on his 12 string guitar: a2, a3, d3, d4, g3, g4, c4, and another c4; McCartney played a d3 on his bass; producer George Martin was playing d3, f3, d5, g5, and e6 on the piano, while Lennon played a loud c5 on his six-string guitar.[27]

A repeated arpeggio outlining the notes of the opening chord ends the song in a circular fashion, fading out with the sound of helicopter blades. This provides "a sonic confirmation that the thirty-six hours we have just seen [in the movie] will go on and on and on"[1

7]. The song contains 12 other chords.[13]



sábado, 6 de marzo de 2010

Romper el sistema desde dentro.

"Si uno se propone procrastinar -así sea inconscientemente-, cualquier cosa que uno haga deja de ser procrastinación"
-Alejandro López Flores, filósofo y politólogo.


jueves, 4 de marzo de 2010

10,000 personas en contra

Hoy encontré el siguiente grupo de Facebook:

"10,000 personas contra la universidad para indígenas.

No es un espacio contra los indígenas, sino un espacio contra la ley que permite la universidad y la docencia por parte de los indígenas. Consideramos que la universidad y la docencia son un producto social y jurídico de la cultura europea y, por lo mismo, los indígenas deben buscar o generar sus propias instituciones académicas para proteger sus intereses como indígenas, con todos y cada uno de los derechos y obligaciones que deriven de los estudios que desean formalizar."

Bueno, en realidad le hice unos ligeros cambios. Éste era el original:

"10,000 personas contra el matrimonio homosexual.

No es un espacio contra los homosexuales, sino un espacio contra la ley que permite el matrimonio y la adopción por parte de los homosexuales. Consideramos que el matrimonio y la adopción son un producto social y jurídico de la cultura heterosexual y, por lo mismo, los homosexuales deben buscar o generar sus propias instituciones jurídicas para proteger sus intereses como homosexuales, con todos y cada uno de los derechos y obligaciones que deriven de las uniones que desean formalizar."

Esta idea de sustituir así los términos de un texto la tomé del computólogo y filósofo Douglas Hofstadter.

lunes, 15 de febrero de 2010

Webcomics 14 de febrero.

Quitando localismos, para el mundo del humor seriado sólo hay 3 fechas importantes: 14 de febrero, halloween y navidad (los mismos especiales de Snoopy). A continuación presento una pequeña selección de lo que se vio este fin de semana en algunos webcomics.





















viernes, 5 de febrero de 2010

El espacio.

Esta vez voy a hablar del espacio. Puede parecer raro, pues los problemas del procrastinador usualmente son de tiempo. Sin embargo imaginemos que tenemos una mansión. De esa mansión podríamos tener un cuarto pelón, como celda de franciscano, salvo que los franciscanos tienen un baúl que guarda sus hábitos y este cuarto tendría solamente un escritorio para trabajar. En este cuarto sólo podríamos tener cosas estrictamente necesarias para realizar la actividad que hemos procrastinado durante días, semanas o meses. La regla es que una vez dentro del cuarto, uno tiene que dejar de procrastinar.

Teniendo este cuarto zen procrastinador surgen las siguientes ventajas:

a) Uno puede procrastinar entrar al cuarto a trabajar, y esto puede ser un gran problema. Pero una vez dentro del cuarto al menos uno tiene la garantía de que va a trabajar.

b) Cuando uno procrastina una actividad uno piensa en todas las cosas que eso implica. El cuarto puede ayudar a poner una distancia mental. En vez de pensar "tengo que buscar la clave bancaria, y buscar el número de cuenta, y ver qué transferencia bancaria es la que falta, etc..." uno simplemente piensa en entrar al cuarto a resolver su asunto bancario. Por supuesto uno podría pensar así sin el cuarto, pero en ese caso uno no tendría un blog sobre procrastinación y no estaría hablando sobre ello (el argumento antrópico de la procrastinación... si no entendieron la broma ignórenlo).

c) Uno no tiene distracciones. Es verdad que no todos los procrastinadores tienen problema de distracción, pero apuesto dólares por donas a que la mayoría sí. (La frase de dólares por donas no tiene mucho sentido ahora que hay donas cuestan un poco menos de un dolar).

d) Uno sabe perfectamente cuánto tiempo ha invertido trabajando en su proyecto. Esto puede parecer raro para los no-procrastinadores, pero cuando uno procrastina sistemáticamente uno no sabe cuánto tiempo pasó trabajando y cuánto evitando el trabajo.

Ok, me convencí a mí mismo, era una buena hipótesis para poner a prueba. Ahora lo que necesitaba era algo como esto:



Imposible. A pesar de tengo un cuarto para mí solo (vivo con mis padres), no existe en la casa siquiera tal cosa como un estudio. Hay un jardín muy pequeño, pero no podría dejar mis cosas en la mesa del jardín ni salir a cualquier hora a trabajar (al menos durante el invierno).

¿Qué otras opciones hay? Algo que me inspiró es el concepto de "working spaces" que tienen las bibliotecas de algunas universidades anglosajonas. Los alumnos de doctorado tienen cubículos (o "despachos" como dicen los españoles). Sin embargo cuando el espacio es insuficiente, se le asigna un espacio de trabajo adentro de la biblioteca. Ya sea un escritorio o incluso una sección de una mesa. Los bibliotecarios respetan ese espacio y no quitan los libros de la biblioteca que se encuentren ahí.

Aunque esto no tiene el glamour de una oficina, el principio es el mismo. Uno ahorra el tiempo que hubiera tardado buscando los libros en los estantes, sacando su cuaderno, buscando la página que uno estaba leyendo la última vez, etc.

Esta opción continúa siendo impracticable para mí, porque la única superficie libre de cosas que tengo en mi cuarto es mi cama (y a veces ni eso). Y si la solución para mis problemas urgentes (trabajar más rápido), depende de un cambio tan estructural como reorganizar todo mi cuarto la cosa en ese momento valdría madres. Arreglar un cuarto muy desordenado es la tarea perfecta que se puede procrastinar por siempre.

Entonces se me ocurrió la idea de dividir mi mesa en dos con agunos objetos grandes:




La medida sería complementada con algunas reglas básicas:

a) No usar el espacio de trabajo para nada más que trabajar.

b) No abrir ningún en la computadora absolutamente nada que no sea para trabajar, a excepción de la música.

c) No trabajar en cosas indirectamente relacionadas con lo que esté haciendo. Por ejemplo, si tengo que escribir 10 cuartillas sobre el razonamiento, pero desde hace tiempo pienso que si leo un determinado libro voy a tener buenas, no leo ese libro en el espacio de trabajo.

d) Entrar a trabajar un tiempo prefijado y no estar entrando y saliendo del espacio de trabajo.

Hasta ahora el experimento ha sido interesante. Hasta ahora sólo logré pasar dos horas adentro de mi nueva burbuja de concentración, sin embargo fueron dos horas muy fructíferas. En verdad pude trabajar como no lo hacía en mucho tiempo. Por otra parte, es cierto que no es tan difícil procrastinar la entrada al espacio de trabajo. Pasé unas cuatro horas mandando mails y haciendo otras cosas marginalmente provechosas antes de estrenar esa otra mitad del escritorio.

martes, 2 de febrero de 2010

Chistes de Realidad

Procrastinando, inventé un nuevo tipo de humor, lo dejo a consideración de ustedes.
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¿Saben cuál es la diferencia entre un gallo y un elefante?
La más importante es que el gallo es una pequeña ave doméstica y el elefante es el mamífero terrestre más grande.


¿En qué se parecen Cabañas, Haití, y la mamá de Lucero?
Ha sido un año muy malo para todos ellos.


¿Cuál es el colmo de un futbolista?
No llegar jamás a la primera división y tener que vivir entrenando equipos infantiles.


¿Por qué a muchos negros les gusta la ceveza?
Porque es sabrosa y refrescante.


¿Qué obtienes si cruzas un tigre y un león?
Un leogre.


¿Por qué se mató Michael Jackson?
Por accidente.


¿Qué djo Calderón cuando se cayó el avión de Mouriño?
Era un gran amigo y colaborador.

martes, 19 de enero de 2010

En procrastinación.

Actualmente estoy procrastinando las siguientes entradas (entre otras):

- Una entrada sobre la etimología de la procrastinación.
- Otra traducción de John Perry (ya sé que la mayoría de los bloggeros hablan inglés, pero es más divertido si lo traduzco porque así lo procrastino).
- Aproximadamente tres entradas más relacionadas con el tema de los matrimonios gay.
- Un método nuevo para no procrastinar.

lunes, 18 de enero de 2010

Alejandro Vázquez del Mercado - El argumento circunstancial contra la adopción gay (borrador)


Existen distintas líneas de argumentos en contra de la adopción gay. En realidad preferiría primero escribir sobre cuestiones más básicas que voy a presuponer, tales como mi posición general acerca de cómo debemos ver cualquier adopción. Sin embargo prefiero escribir primero esto que me parece más importante, lo otro podré procrastinarlo el tiempo que sea necesario.

Escribiré algo muy puntual, sobre un argumento contra la adopción gay que llamaré circunstancial. Después mostraré que muchos problemas por los cuales no funciona. El argumento es el siguiente:

"No hay nada intrínsecamente malo para que un niño crezca con padres del mismo sexo. Sin embargo por cuestiones circunstanciales, como la homofobia que existe actualmente entre la población etc, es necesario prohibirla."

Tal como imagino a esta postura, quien la esgrima considera que no hay mal alguno en que una pareja gay criara a uno o varios niños en una isla desierta. (Obviamente alguien con una postura mucho más dura podría suscribir el aspecto circunstancial como apoyo). Ahora diré un par de cosas acerca de este argumento circunstancial.

La primera objeción es que se trata de un non sequitur. Aún concediendo que fuera moralmente correcto tomar en cuenta la orientación sexual de las parejas candidatas en un proceso de adopción, y que existan condiciones de discriminación para estos niños, no se sigue que se deba bloquear la adopción gay. El argumento circunstancial no muestra que sea inviable para un niño crecer en una casa con padres del mismo sexo, sino únicamente que estarían peor ceteris paribus que en una casa con padres de distinto sexo. (Nótese lo débil que es esto, podría argüirse que, ceteris paribus, es mejor para un niño ser adoptado por una pareja de diestros que de zurdos, sin que esto fuera ninguna razón de peso para tomarlo en cuenta). Igualmente, el argumento no alcanza a mostrar que estas condiciones sean tan negativas como para que sea mejor vivir en un centro del DIF que en una familia con padres del mismo sexo. Es decir habría que realizar otro argumento, que podríamos llamar circunstancial extremo, que dijera "las condiciones actuales son lo suficientemente graves, como para considerar bloquear la adopción gay." Este argumento se podría apoyar de distintos modos, pienso un dato inventado: "actualmente el 80% de los hijos de parejas homosexuales son lapidados." Mientras ese argumento no llegue, la conclusión del argumento circunstancial no se sigue.

La segunda objeción es de carácter moral. Aún si fuera verdad lo que señala el argumento (en su variedad no-extrema), ¿hasta qué punto sería moralmente válido hacer una diferencia? Piensen en cómo se podría extender este razonamiento. Los indígenas son discriminados, así que supongo que un hijo adoptado con padres indígenas viviendo fuera de su comunidad también lo sería. ¿Estaríamos dispuestos a prohibir esto en el código civil para proteger a ese niño de la discriminación? Aquí no tengo un argumento desarrollado al respecto, pero este tipo de preguntas ayudan a generar intuiciones acerca de cómo puede ser extraño estipular este tipo de prohibiciones en las leyes. El argumento circunstancial busca evitar la discriminación reduciendo en número de miembros del grupo discriminado, el cual ya existe (hijos de padres homosexuales). No estoy creo que ése sea el enfoque correcto.

La tercera objeción es una crítica ad hominem a quien utiliza este argumento. La discriminación que señalan como una de las razones que apoyan su postura, en parte es provocada por su propia acción. No hay una contradicción lógica en ello, sin embargo de algún modo se están disparando en el pie. Si se terminara la discriminación a nivel de las leyes es muy posible que esto iniciara un círculo virtuoso que eventualmente llegaría a la sociedad.

Concluyendo, el circunstancialista tenía motivos para convencernos de que la adopción gay debía ser bloqueada. Asumí en este escrito su verosimilitud y mostré que el argumento sólo funciona en una versión que llamé "circunstancialismo extremo", la cual a primera vista es poco plausible. El circunstancialista, si desea seguir sosteniendo su postura, tiene la carga de la prueba para construir un argumento que muestre que las condiciones de discriminación son tan malas, que para cualquier familia gay sin importar su condición socioeconómica en cualquier región geográfica, los niños que adoptaran estarían en un grave peligro.

(Un corolario. Aún si lograran convencernos de que es necesario bloquear la adopción a parejas gay por motivos circunstanciales extremos, ¿por qué tendría que hacerse a nivel de las leyes y no simplemente de las políticas de las instituciones encargadas de los procesos de adopción? )